viernes, 15 de junio de 2012

Los efectos del terremoto de Lisboa en Alcalá (1 noviembre 1755)



           
     El sábado 1 de noviembre de 1755 se produjo una de las catástrofes naturales más importantes que han afectado a Europa y que causó un gran impacto en su época. Se trata de un terremoto conocido como de Lisboa por ser esta la ciudad donde ocasionó mayores daños. 

     El epicentro del terremoto tuvo lugar en el océano Atlántico, a varios cientos de kilómetros al suroeste del Cabo de San Vicente, sintiéndose en toda la península ibérica, algunos lugares de Europa occidental, como el sur de Francia y el norte de Italia, e incluso en América se observaron fenómenos asociados. 

     Por su situación cercana al epicentro, el sur de Portugal fue la zona más afectada por la catástrofe, aunque también afectó a las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, donde los daños fueron cuantiosos. 

Mapa del S. XVIII,  con Andalucía y sur de Portugal, zonas afectadas por el seísmo.
     El propio rey Fernando VI había sentido el temblor en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, ordenando el día 8 de noviembre al Gobernador del Consejo Supremo de Castilla, cargo que ostentaba el obispo de Cartagena, que realizara una encuesta dirigida a los regidores de las capitales y pueblos para verificar los daños producidos. En el archivo Histórico Nacional (1) y la Real Academia de la Historia se conserva la documentación que aportaron 1273 localidades de toda España, entre ellas Alcalá de los Gazules. 

     El 9 de noviembre, el gobernador de Cádiz, D. Antonio de Azlor Marimon Guazo y Corbera envía el cuestionario a Alcalá, donde llega el día 17, pero no será hasta el 2 de diciembre cuando llegue a manos del corregidor D. Félix de cuenca y Gálvez, por hallarse ausente de la villa, siendo devuelto a Cádiz el día 4. 

Las preguntas de este cuestionario eran las siguientes: 

1. ¿Se sintió el terremoto? 

A esta pregunta, el corregidor contestó afirmativamente, añadiendo que: “he practicado cuantas extrajudiciales diligencias he tenido por conveniente, para instruirme de las circunstancias que ocurrieron en el día 1º de dicho mes de noviembre, con el motivo del temblor de tierra que se experimentó en esta villa…” 

     Asimismo describe cómo lo sintieron los alcalaínos: “En el principio de dicho terremoto se experimentó en los más de los moradores de esta población una indisposición de estómago, que propagando a la cabeza se les perturbaba, originándose una laxitud en el todo sin comprehender la causa de estos insultos, hasta que, graduándose sucesivamente dicho terremoto y, en su consecuencia, las vibraciones de las paredes, por algunos se advirtió ser temblor de tierra y que causaban los cuerpos tan grave mutación que continuó menos graduados en todo el día.” 

2. ¿A qué hora? 

     Según la contestación al cuestionario, el terremoto se sintió en nuestro pueblo “como a las 9 y 3 cuartos de la mañana...”. Hay que destacar que la mayoría de informes recogen con gran precisión este dato ya que al tratarse de un día festivo (Todos los Santos) la gente se encontraba a esa hora en las iglesias celebrando la misa. 

3. ¿Qué tiempo duró? 

Este terremoto tuvo la particularidad de su excesiva duración, mencionándose en Alcalá que: “duró, según advirtieron los menos perturbados, de nueve a diez minutos”, corroborándose así los datos de otras poblaciones. 

4. ¿Qué movimientos se observaron en los suelos, paredes, edificios, fuentes y ríos? 

     En el escrito del corregidor alcalaíno se da cuenta de la importancia del seísmo al describir el movimiento de los edificios, llegando a provocar el vaivén de los mismos que las campanas sonasen solas: “Los edificios se movieron principiando con lentitud, siguiendo con desproporcionados vaivenes hasta tocarse las campanas, y después terminaron decreciendo poco a poco”

     Otro de los aspectos destacados fueron los efectos que tuvo sobre la naturaleza, ocurriendo en Alcalá lo mismo que se atestigua en otros municipios: “Y, en cuanto a fuentes y ríos, parece se observó que en las primeras se suspendieron las corrientes en algún tiempo de la duración de dicho terremoto y que, volviendo a correr el agua , estaba turbia, y que los segundos con el movimiento de la tierra, y consiguiente de sus álveos, expelieron el agua hacia la parte que mira a el Sur, denotándose que las agitaciones venían del Norte y, en el mismo modo, las pilas de agua bendita (que efectivamente vi) expulsaron la que incluían” 

5. ¿Qué ruinas o perjuicios se han ocasionado en las fábricas? 

     A pesar de la magnitud del seísmo, en Alcalá no hubo que de lamentar importantes daños en los edificios, a excepción de tres: convento de la Victoria, convento de Santa Clara y carnicería pública. 

     “En ellos no se ha reconocido el mayor perjuicio, a excepción de el convento de Religiosos Mínimos, que hallándose las paredes braveadas [sic], por su elevación quedó sumamente deteriorado. 

     Advirtiéndose, por personas fidedignas y de mayor excepción, que se hallaban a en frente de dicho convento, que ésta se abrió por tres veces por una raja que tenía, en tanto extremo como que por ella pudiera entrar el cuerpo de un hombre regular quedando después unida y sin haberse desprendido más de un ladrillo y haberse bajado el quicio de las puertas, de modo que no se han podido cerrar. El de Religiosas de Santa Clara, haberse cuarteado la media naranja de su Iglesia. La carnicería pública, haberse abierto las paredes, en conformidad de haber sido preciso hacerlas derribar.” 

Torre del convento de Santa Clara,
uno de los edificios afectados por el terremoto
     Cabe destacar que en este documento no se mencione al convento de Santo Domingo, pues tradicionalmente se ha achacado al terremoto el derrumbe de la cabecera y naves del crucero de dicha iglesia. (2) Posiblemente el derrumbe de parte de la iglesia se produjo por otras causas, ya que de haberse visto afectado por el terremoto se hubiera recogido en el informe, aunque cabe la posibilidad de que el redactor del mismo se equivocara y confundió al escribir el convento de dominicos con el de los mínimos. 

6. ¿Han resultado muertes o heridas en personas y animales? 

     Afortunadamente en Alcalá no hubo que lamentar desgracias personales: “En las personas no ha habido alguna desgracia de muerte ni herida ni han padecido otra indisposición que la enunciada debilidad de estómago y cabeza. En los animales no [ha] habido pérdida alguna y sólo la observación de sus ganaderos reflexiona que interin duró dicho temblor se suspendieron en pastar y que algunos temblaban.” 

7. ¿Ocurrió otra cosa notable? 

     Algunos alcalaínos sintieron algunas de las réplicas del terremoto: “En la siguiente noche del día 2 de dicho mes de noviembre, como a las once de ella, convienen personas de entero crédito, haber repetido nuevo temblor, por espacio de 2 minutos, sin que antes ni después de él se haya notado cosa de consideración”. 

     En el informe se recoge además un fenómeno extraño ocurrido días después: “Y en la madrugada del día 7 del mismo, siendo como a las 4 de ella, y estando muy obscura por no haber Luna, dicen varias personas que cuidaban sus ganados a [a]quellas horas, y otros que caminaban, haber visto una exhalación a la parte de Levante, que durando como 2 minutos daba tanta claridad que parecía de día y podía percibirse distintamente el objeto más delicado, que habiendo lucido repentinamente se extinguió, faltando su claridad sucesiva y pausadamente, dejando a los que la advirtieron temerosos y confusos.” 

     Este tipo de fenómenos se podría achacar al impacto emocional del terremoto y a la mentalidad de la época, según la cual, los terremotos estaban producidos por el fuego subterráneo. Sin embargo, existe documentación reciente que demuestra la realidad de los mismos. 

     Los documentos del Archivo Histórico Nacional demuestran que se percibió en 33 localidades. Todo parece indicar que realmente se trató del paso de un cometa o el choque de un meteorito contra la atmósfera, sin relación alguna con el seísmo. 

8. Antes de él ¿hubo señales que lo anunciasen? 

     Con respecto a señales anteriores al terremoto, en Alcalá lo único que destacaron fue una temperatura elevada: “Que aunque a ese extraordinario movimiento no se comprehendió ni advirtió anteriormente prevediesen [sic] señales que le anunciasen y diesen algún indicio de él, después se ha notado haber amanecido aquel día sumamente claro y sereno, y tan templado para la estación, que no parecía natural el calor que hacía, mudando el Sol su claro resplandor con alguna palidez”. 

     Gracias a este cuestionario hemos podido conocer cómo se vivió en Alcalá este fenómeno tan extraordinario, que sin duda trastornó la vida cotidiana para los vecinos. El fenómeno fue de tal magnitud que hasta en el Santuario existe un exvoto recogiendo el suceso: 
Exvoto en la ermita de Ntra. Sra. de los Santos, hablando del terremoto.
     “Caminando Fernando muñoz para Cadiz el dia de todos los Sntos. a quando el terremoto que ubo salieron las aguas del mar y taparon el camino por donde yba dicho Fernando y llebose una piara de ganado (…) para Cadiz. Y viéndose lla perdido y que las aguas montaron por sima del y de los carneros y que se aogaba sin remedio; ynboco a na Sra de los Sntos de alcala de los gansules y fue libre de semejante peligro susedio primero dia de noviembre del año de 1756”. 

Evidentemente, el hecho sucedió cerca de Cádiz y existe una errata en el año. 


NOTAS 

     Datos extraídos de la Monografía sobre Los efectos en España del terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755), escrita por José Manuel Martínez Solares, publicada por la dirección General del Instituto Geográfico Nacional del Ministerio de Fomento en 2001. 

(1) Los datos relativos a Alcalá se conservan en el Archivo Histórico Nacional en el legajo 3183-1º de la Sección de Estado. 

(2) Lorenzo y Juan Alonso de la Sierra en su Guía artística de Cádiz y su provincia, volumen II, editada por la diputación provincial de Cádiz en 2005 mencionan sobre el convento de Santo Domingo: “Aunque en principio se concibió como un amplio templo de planta de cruz latina, en un momento determinado, muy posiblemente tras el terremoto de 1755, sufrió un proceso de ruina, que provocó el hundimiento de las bóvedas y parte de los muros”.

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