viernes, 27 de junio de 2014

La fuente de la Salada: 2000 años ofreciendo agua (IV)





5. LA PUESTA EN VALOR DE LA FUENTE SALADA.

      Poner en valor un objeto patrimonial debería ser el último en todo proceso de recuperación de los bienes culturales, porque la sociedad actual no solo tiene la obligación de preservar el legado cultural, sino también el derecho en el presente de disfrutarlos desde el conocimiento. Esto último es importante, de nada sirve el trabajo realizado si no se explica qué se pone en valor, cómo, por qué y para quién. 

       A continuación vamos a hacer un desglose detallado de las actividades encaminadas a la adecuación para la visita de la Salada:

- Intento de vaciado y control del agua que salía y se contenía en los depósitos romanos de la Fuente Salada, Esta actuación se llevó a cabo con el objeto de limpiar sedimentos el interior de los depósitos e impermeabilizar paredes y suelo. Sin embargo, los trabajos fracasaron porque era tal el volumen de agua que emanaba el manantial que resultó imposible vaciar el interior de los depósitos, a pesar de contar con material de bombeo potente. Ante tal imposibilidad y teniendo otras prioridades se decidió abandonar esta actuación.

- Canalización del agua de los depósitos. Este trabajo si se pudo llevar a cabo, lo que minimizó el fracaso del vaciado total. Se canalizó el agua con tubos de PVC colocados bajo tierra. De este modo, el nivel de agua bajo considerablemente, pero nunca se alcanzó a vaciar los depósitos.

- Restitución de sillares en el alzado de los depósitos romanos. Este fue, sin duda, la línea más lenta, difícil, dura y delicada que se ha ejecutado, ya que el tamaño de los sillares era de- proporciones nada comunes lo que su manejo tuvo qu e realizarse con todo tipo materiales, desde tubos que servían para desplazar las piedras hasta un montacargas para elevarlas. Asimismo la elección y colocación de los sillares debía ser muy  cuidada, porque de ello dependía la estética del trabajo. En este sentido, no siempre se facilitaba el trabajo debido a la indisposición de sillares apropiados.

Reposición de sillares

- Consolidación de perfiles de tierra y rejuntado de piedras. Para realizar esta tarea se aplicó un consolidante químico para los perfiles de tierra y mortero hidráulico para el rejuntado de piedras de muro.

- Protección del techo de los depósitos romanos. El techo se presentaba bien conservado, si consideramos la antigüedad de la construcción, no obstante pensamos necesario aplicarle algún tipo de protección. Se decidió cubrirlo con una pequeña capa de cemento blanco y mortero, en una proporción de 2 a 1 respectivamente, extendiendo previamente una tela metálica de fibra de aluminio. El resultado ha sido muy positivo y de escaso impacto visual.

- Eliminación de un muro actual realizado con sillares de época romana y unido con cemento Portland. Tras varios meses de discusiones y negativas con el Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules, se consiguió desmontar un muro que desde muchos puntos de vista desvirtuaba y confundía el objeto patrimonial y el propio trabajo que estábamos realizando. Una vez retirado se puede contemplar los restos de la Fuente Salada y también se pudo descubrir los restos de una escalera de época moderna que daba acceso a los depósitos.

Eliminación de muro actual

- Limpieza de todas las unidades estructurales de la Fuente Salada. La puesta en valor de la Fuente Salada es un trabajo iniciado, pero en modo alguno ha terminado, ya que aún quedan espacios por excavar y conservar, adecuar el espacio para la visita y transmitir información in situ mediante cartelería.



6. EL AGUA COMO BIEN SOCIAL.

      “Efectivamente, el agua es sumamente necesaria tanto para la vida en si como para nuestras satisfacciones y para el para el uso diario". Con estas palabras tan actuales sentenciaba Vitruvio la concepción que se tenía del agua en la antigüedad grecorromana. Este arquitecto e ingeniero romano nos está hablando de calidad de vida, a partir de un bien básico para el individuo, pero que se convierte en un bien social en tanto que consumido por toda la comunidad. En este sentido, los esfuerzos por obtener agua se agrupan, ya sea por iniciativa de la clase dirigente o de toda la comunidad. Lo más común es el acarreo del agua o el almacenaje en cisternas. De este modo, la ubicación de los asentamientos en el pasado estaba mediatizado por el suministro de este bien, aunque, las estrategias de ubicación de los asentamientos fueron cambiando en función del grado tecnológico alcanzado por las diferentes culturas, Es decir, una cultura con un bajo nivel tecnológico se ve obligada a desplazarse en busca de agua; al contrario, con un cierto nivel tecnológico, la localización se puede deber a otras necesidades (control del territorio, fácil defensa, explotación minera, comercio) (RUIZ y DELGADO, 1991:15).

       Por otro lado, está constatado como en época romana, en concreto en inscripciones halladas en la Bética, los costes de estructuras hidráulicas fueron financiados por particulares. Así, la infraestructura hidráulica podía tener un origen privado o un origen en público. 

       La iniciativa pública se explica como una de las obligaciones del estado para el bien general de la comunidad y por el interés en la promoción o continuidad de sus gobernantes. Tal era la importancia del agua y las obras vinculadas con ella que se convierten en objeto regulado jurídicamente.

       Las promociones privadas no difieren en gran medida de lo público, en el sentido que pretendían popularidad, prestigio social o atracción política. Estas promociones se localizan principalmente en el ámbito de la ciudad. La Fuente Salada podría responder a este principio de iniciativa privada, aunque bien es cierto que no hay hasta el momento ningún testimonio que lo respalde.

       Obtener hoy agua a diario es un acto casi individual, rutinario, normalmente reservado al ámbito del hogar, no era así en la más remota y cercana antigüedad, en el que abastecerse del preciado líquido implicaba ir a la fuente, al aljibe o al pozo. Esto, sin duda, facilitaba intercambiar con el vecino impresiones sobre algún hecho, fortalecer vínculos o conocer nuevas noticias. En definitiva, el agua y los espacios habilitados para el suministro respondían a objetos y espacios de sociabilización.



7. AGRADECIMIENTOS.

       Este es un trabajo en el que han participado un gran número de personas. No todas serán citadas, pero todas las aludidas quisieran que recibieran nuestro agradecimiento.

       En primer lugar, agradecer la labor realizada a los alumnos de la Casa de Oficios Fuente Salada que han trabajo, así como al personal docente y administrativo de la misma, en especial a la Directora, Dña. María Eulalia Gallego Viejo. Agradecer también la colaboración del personal de vías y obras del Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules, y por extensión a toda la Institución, de forma destacada a D. Gabriel Almagro Montes de Oca (1er Teniente-Alcalde de Alcalá de los Gazules). Así como, en tanto que entidad promotora, a la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de la Janda.



8.- BIBLIOGRAFIA

ADAM, Jean Pierre, 1996: La construcción romana. Materiales y técnicas. Editorial de los Oficios. León.

AZCÓNEGUI, Francisco y CASTELLANOS, Agustín (Coord), 1999: Guía práctica de la cantería. Editorial de los Oficios. León.

CARANDINI, Andrea, 1997; Historias en la tierra. Manuel de excavación arqueológica. Crítica. Barcelona. 

HARRIS, Edward C., 1991: Principios de estratigrafía arqueológica. Crítica. Barcelona.

RUIZ, Juan Manuel y DELGADO, Fernando, 1991: El agua en las ciudades de la Bética. Editorial Graficas Sol. Sevilla. 

STANLEY PRICE, N.P. (Ed. Dir), 1984: La conservación en excavaciones arqueológicas. Con particular referencia al Área del Mediterráneo. ICCROM. Roma.

VITRUVIO, Marco Lucio, 2000: Los diez libros de arquitectura. Alianza Editorial. Madrid.

WHEELER, R.E.M, 1979: Arqueología de campo. Fondo de Cultura Económica. México-Madrid.

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