viernes, 17 de octubre de 2014

La villa de Alcalá de los Gazules: un enclave fronterizo del reino de Sevilla en la Baja Edad Media (II)




      En 1264 se produjo la revuelta general de los mudéjares, apoyados desde Granada por lbn Albamar, que en la comarca del Guadalete-Barbate triunfó plenamente, pasándose a cuchillo a las guarniciones castellanas (16). Ante esta situación, Alfonso X se vio obligado a conquistar en el mismo año de la rebelión, y esta vez por las armas, las poblaciones y territorios sublevados —Alcalá fue tomada el 23 de octubre (17) —. Una vez vencidos definitivamente, los mudéjares fueron expulsados masivamente al reino de Granada o al norte de África. A partir de este año clave de 1264, el sector gaditano de la frontera estaba ya plenamente definido en torno a las tierras más orientales del eje Vejer-Medina Sidonia-Alcalá-Arcos, coincidiendo en muchos de sus tramos con alineaciones montañosas o sierras prácticamente deshabitadas.

      Expulsada la población mudéjar de toda la zona gaditano-xericiense, se procedió a una primera repoblación, limitada en un principio a los núcleos de mayor interés para la Corona y de más fácil defensa, al estar situados en una segunda línea de frontera, es decir, Jerez, Arcos, Cádiz y el Puerto de Santa María. Los castillos que defendían directamente la vanguardia fronteriza —Medina Sidonia, Alcalá de los Gazules y Vejer— quedaron al margen de este primer impulso repoblador: con toda seguridad, su escasa población se limitaría a las guarniciones militares y posiblemente a algunos repobladores esporádicos. De 1269 data la constitución por Alfonso X de aquella irrealizable comunidad de pastos y aprovechamientos forestales para todo el reino de Sevilla, en la que se incluyeron a estas plazas de Alcalá, Medina y Vejer junto a Sevilla, Jerez, Arcos, Carmona, Niebla, Huelva y Gibraleón (18).

      Siguiendo la marcha de los acontecimientos, debemos señalar que los diez años de paz que siguieron a la revuelta mudéjar quedaron truncados bruscamente, en la primavera de 1275, con la primera de las invasiones de los benimerines, instalados por el rey de Granada en las bases de Algeciras, Tarifa y Ronda (19). Durante 1275 y 1277 se sucedieron los ataques de los norteafricanos al mando de su emir Abu Yusuf: además de vencer en varias ocasiones a las tropas castellanas, saquearon repetidamente diversas ciudades y villas andaluzas, especialmente los términos de Jerez, Córdoba y Sevilla. La principal fuente histórica para estos difíciles años, la crónica Rawd-al-Qirtás (20), no registra ninguna conquista definitiva por parte de los benimerines; el castillo de Alcalá, como los de las zonas vecinas, no pasó a manos de los musulmanes, aunque debió sufrir directamente, debido a su cercanía a las bases meriníes, el paso de los invasores (21).


      Alfonso X respondió a la presencia meriní con una operación conjunta por mar y tierra contra Algeciras, realizada durante los años 1278 y 1279, pero la falta de coordinación entre ejército y armada precipitó la derrota de los castellanos en el verano de 1279. Como consecuencia de este fracaso se firmó una tregua entre Alfonso X y los benimerines, que puso fin temporalmente a las hostilidades. Esta ocasión fue aprovechada por el rey de Castilla para fortalecer el sector fronterizo más vulnerable, es decir, el territorio situado en la misma línea de choque de las bases norteafricanas. En un espacio de tiempo inferior a veinte días hizo las siguientes concesiones a finales de 1279:

- 10 de diciembre. Donación de Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules a la Orden de Santa María de España, también conocida como Orden de la Estrella (22).

- 14 de diciembre. Morón y Cote pasan a manos de la Orden de Alcántara.

- 15 de diciembre. Alfonso X donó Cazalla (Puebla de Cazalla) a la Orden de Santiago.

- 31 de diciembre. La Orden de Santa María de España añadía a sus posesiones anteriores la heredad de Faraya, en término de Alcalá (23).

      Estas donaciones reales significaron un cambio de orientación importante en los objetivos y proyectos fundacionales de la Orden de Santa María de España. El privilegio rodado de 10 de diciembre contiene, por primera vez para la joven orden militar, la exigencia de un servicio de armas en tierra fronteriza “... y que fagan de ellos para syenpre guerra y paz por nuestro mandado y de los otros reyes que reynaren después de Nos en Castilla y en León”, así como el fomento de la repoblación en los territorios cedidos por el rey (24). Para asegurarse de ello, Alfonso X especifica que en Medina Sidonia, a la que cambia el nombre por Estrella, debía establecerse el convento mayor de la orden en la frontera del reino de Sevilla. Según Torres Fontes, el desastre de Algeciras y la pérdida casi total de la flota castellana hacían casi imposible continuar pensando en una orden militar dedicada exclusivamente a los hechos de la mar (25).

Sello real en antiguo privilegio de Alcalá

     En el documento que nos interesa, el fechado en 10 de diciembre, se habla de Medina Sidonia y Alcalá como «villas y castillos», a pesar de la escasa población que desde 1264 debían tener ambos lugares. Un pasaje del documento hace referencia a los privilegios que las dos poblaciones recibieron dc Alfonso X tras su ocupación efectiva por las tropas castellanas: “E otrosI que el maestre y el convento sobredicho que guarden los fueros e las franquezas e los privillegios que Nos diemos a los pobladores de amos estos dos lugares sobredichos y que les no tomen ni les enbarguen sus heredamientos mientras tovieren poblados así como deben”. Los privilegios concedidos a Alcalá no se han conservado, pero, si realmente se dieron, tuvieron que ser semejantes a los que recibió Medina Sidonia en enero de 1268 para favorecer su repoblación: iguales franquezas a sus pobladores que las que gozaba Sevilla, exención de diezmos y pechos reales, salvo moneda y yantar, y limitación de las obligaciones militares a la zona comprendida entre el Guadalquivir y el mar (26). Desde 1268 se iniciaría en Medina Sidonia, y posiblemente también en Alcalá, un cierto impulso repoblador gracias a los privilegios otorgados por la Corona sólo cuatro años después de las repoblaciones llevadas a cabo en Arcos, Jerez o el Puerto (27). Sólo de esta manera se explicaría la transformación de Medina y Alcalá, que pasaron de ser simples puntos fortificados, situados en la misma línea de la frontera, a pequeños núcleos de población, que en 1279 ya merecían la calificación de «villas».

      Pero la primera entrada de Alcalá en señorío no pudo ser más efímera, pues en 1280 volvieron al realengo las tres plazas principales de la Orden de Santa María de España: Puerto de Santa María, Medina Sidonia y Alcalá (28). La Orden de Santa María desapareció al quedar integrada en la de Santiago tras el desastre de Moclín de 1280, en el que murieron el maestre y buena parte de la caballería santiaguista.

Alfonso X el Sabio
   

       A los dos años, en 1282, Alcalá volvía a ser entregada en señorío al ser cedida por Alfonso X a Alfonso Pérez de Guzmán, el famoso Guzmán «el Bueno» (29). Con la donación de Alcalá Sidonia, que es el nombre que aparece en el documento, el rey castellano recompensaba la decisiva intervención de Pérez de Guzmán en la formalización de la alianza con los benimerines, llevada a cabo entre 1281 y 1282, para hacer frente a la rebeldía del infante don Sancho (30). Sin embargo, al año siguiente Alcalá volvía de nuevo a la Corona al serle trocada a Pérez de Guzmán por los olivares de Monteagudo, lugar cercano al Guadalquivir, en el término de Jerez (31). Siguiendo a Barrantes Maldonado, el caballero sevillano estaba descontento con la donación de Alcalá “por estar frontera de moros y aparejada para se perder e porque él se avía de yr a Africa e no podía dexar tan buen cobro en ella en tantos años como pensaba de estar”; el cronista añade que Pérez de Guzmán dio al rey castellano algunas doblas por el trueque.

     



NOTAS

(16) M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ. Historia de Andalucía II. La Andalucía dividida. ob. cit., PP. 107 y ss.

(17) J. y J. de las Cuevas, Arcos de la Frontera, Cádiz. 1985. p. 40 y notas 315 y 316, sitúan en ese día la conquista definitiva de Alcalá de los Gazules por Alfonso X, sólo tres días antes de la conquista de Arcos; P. ANTÓN SOLÉ-A. OROZCO ACUAVIVA, Historia Medieval de Cádiz y su provincia..., ob. cit., p. 258, indican para este acontecimiento la fecha del 23 de abril, día de San Jorge, patrón de Alcalá, evidentemente equivocada, pues en aquellos días ni siquiera había comenzado aún la revuelta mudéjar, iniciada en mayo-junio de dicho año; ésta era la opinión mantenida tradicionalmente por los historiadores locales, como ha recogido J. A. Delgado Orellana en su libro Heráldica municipal de la provincia de Cádiz. Madrid, 1969. Pp. 43-46.

(18) El documento, fechado en Jaén el 18 de abril de 1269, concede comunidad de pastos a los dueños de los ganados de dichas ciudades y villas “... y que les non tomen montadgo nin asadura en nenguno destos logares ni los contrallen ni los embarguen ni los peindren, no faciendo danno en mieses ni en viñas ni en huertas ni en defensa que fagan para bueles de labor”; transcrito en el libro de A. M. ANASAGASTI y L. RODRÍGUEZ; Niebla en la época de Alfonso X, Huelva, 1984, doc. 9, p. 51. De este documento da noticia D. ORTIZ DE ZÚÑIGA, Anales eclesiásticos y seculares… de Sevilla, I, Madrid, 1795, pp. 272-273.

(19) Sobre las invasiones benimerines a partir de 1275, vid, el estudio de F. GARCÍA FITZ, “La frontera castellano-granadina a fines del siglo XIII”, en Relaciones exteriores del reino de Granada (IV Coloquio de Historia Medieval Andaluza), Almería, 1988, Pp. 23-35.

(20) IBN ABI ZAR, Raw al-Qirtás, Trad. A. HUICI MIRANDA, Textos medievales, 12. Valencia. 1964.

(21) F. GARCÍA FITZ “La frontera castellano-granadina a fines del siglo XIII”, ob. Cit mapas de la p. 24. Por ejemplo, la expedición de Abu Yusuf de agosto-septiembre de 1275, tanto a la ida como a la vuelta pasó por las cercanías de Alcalá.

(22) 1279, diciembre. 10. Sevilla. 

       Este conocido documento ha sido transcrito en varias ocasiones: J. MENÉNDEZ PIDAL, «Noticias acerca de la Orden de Santa María de España». Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos; XI (1907), Pp. 161-180; M. A. LADERO QUESADA-M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, «La población en la frontera de Gibraltar y el repartimiento de Vejer», en H.I.D. 4 (Sevilla, 1977); J. TORRES FONTES, “La Orden Militar de Santa María de España”. Anuario de Estudios Medievales, 11 (Barcelona, 1981). El documento es citado por S. de MOXO como muestra de la cesión real de atribuciones judiciales y jurisdiccionales a los titulares de señoríos de la segunda mitad del siglo XIII: “Los señoríos. En torno a una problemática para el estadio del régimen señorial” en Hispania, 94 y 95, Madrid, 1964. p. 200. Nota 37.

(23) 1279, diciembre. 31. Sevilla.

       Este privilegio rodado ha sido publicado por J. MENÉNDEZ PIDAL, “Noticias acerca de la Orden de Santa María de España”. ob. cit, doc. V. p. 179, que lo fecha el día 29 de diciembre, y por M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ. Diplomatario andaluz dc Alfonso X, Sevilla, 1991, Pp. 455-487. Vid A. BALLESTEROS BERETTA, Sevilla en el siglo XIII, Sevilla, 1913. p. 251.

(24) S. de MOXO. “Los señoríos. En torno a una problemática...” ob. cit.. p. 210.

(25) J.. TORRES FONTES. “La Orden Militar de Santa Maria de España”, ob. cit.. p. 808.

(26) 1268, enero. 27. Jerez. 

      Privilegio rodado transcrito por M. A. LADERO QUESADA-M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ “La población en la frontera...”, ob, cit., doc. 1. Vid. también M. RAMOS ROMERO. Medina Sidonia. Arte, Historia y Urbanismo. Cádiz, 1981. Pp. 130- 131.

(27) Sobre el impulso repoblador a partir de 1264, vid. M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ. Historia de Andalucía, II. La Andalucía dividida, ob. cit. Pp. 175 y ss.

(28) M. A. LADERO QUESADA-M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, “La población en la frontera de Gibraltar…” , ob. Cit., p. 10.

(29) Sobre la significación de este importante personaje en la Andalucía de su época, vid. el reciente artículo de M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, “Guzmán el Bueno y su tiempo”, en Mélanges offers a Gautier-Dalché, Nice. 1983, Pp. 237-256. 

      Esta donación se incluía en un contexto más amplio de recompensa a sus aliados frente al rebelde infante don Sancho. Vid. A. BALLESTEROS, ob. cit., p. 251.

(30) Así lo afirma P. BARRANTES MALDONADO, Ilustraciones de la Casa de Niebla, Memorial Histórico Español, IX y X, Madrid, 1857, p. 84: 

“y ansimesmo el Rey Don Alonso, considerando de Don Alonso Pérez lo que trabajó en su negocio del Rey de Benamarín y por ciertos que Don Alonso Pérez avía hecho en la venida de Africa con las sesenta mill doblas, le hizo merçed de la villa e castillo de Alcalá Sidonia, que agora se llama Alcalá de los Gazules, y yo he visto el privilegio dello, que tiene esta cosa de Niebla...”

(31) 1283, octubre, 29. Sevilla. 

       Editado por M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Diplomatario andaluz de Alfonso X, ob. cit, pp. 547-548. Citado por A. BALLESTEROS BARETTA. Alfonso X el Sabio, Murcia, 1963, doc. 1432, fechado en agosto; P. BARRANTES MALDONADO, Ilustraciones de la Casa de Niebla, ob cit., fija el documento en 29 dc octubre del mismo año. El trueque fue confirmado en 1287 por el nuevo rey Sancho IV según indica D. SÁNCHEZ DEL ARCO, Episodios históricos de Cádiz y su provincia, Cádiz, 1887, p. 147.

(32) A. BARRANTES MALDONADO. Ilustraciones de la Casa de Niebla, ob. cit., Pp. 95-96.

(33) Crónica de Sancho IV, ob. cit, p. 72.


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