viernes, 20 de febrero de 2015

Cronología taurina de Alcalá (III)




       Pasado poco más de un mes, tendrá lugar la siguiente corrida, concretamente el 24 de junio, día de San Juan, para lo cual se vuelve a repetir todo el procedimiento, a saber, pedir los certificados y permisos necesarios, siendo D. Manuel Puelles el inspector de Sanidad a quien se abonan 10 ptas. “por el certificado del buen estado de la enfermería”. Se vuelve a contar con banda de música, mozo de plaza, cabestreros, servicio de mulillas y coche para llevar los toreros a la plaza. Hay además otros gastos menores, como 3,50 ptas. por “siete pares de palos para banderillas”.

        En esta ocasión, se escoge la ganadería de Pedro Sánchez Reviriego y su compañero Pedro Antonio Vargas Machuca, pesando los dos erales de muerte 151 y 146 kilos respectivamente.

        Tampoco en esta ocasión la prensa de la época ha dejado crónica escrita, pero sabemos por un cartel de la época  la participación de los espadas José Antoñón “Vaquerito” y nuestro paisano José Crespo “Cerrajerito”, ayudados por los banderilleros Juan Marín “El Chanito”, Francisco Javier “El Templaito” y Rafael Pazo. 

       La corrida empieza a las cuatro y media de la tarde, vendiéndose las entradas de sol a 60 céntimos y 1 pta. las de sombra y a pesar de contar con una gran afluencia de público, pues se ingresaron 1020,40 ptas. no tuvo mucho éxito económico, pues el gasto ascendió a 919,75, dejando sólo un beneficio de 100,65 ptas.


        Un mes más tarde, el 25 de julio, tiene lugar una nueva corrida, y aunque parece ser que en un principio se iba a contar con la participación de toreros foráneos, como lo atestigua el gasto de 6 ptas. “gastado en correspondencia con los toreros por Vallejo” finalmente se queda en una simple becerrada, aderezada, esos sí, con unas “carreras de cintas”. No le salió mal a la organización, pues obtuvo un beneficio de 238,70 ptas., más del doble que la anterior corrida de San Juan.

        Poco tiempo después llega la feria de septiembre, organizándose corridas los días 1, 2 y 3, para las cuales se vuelve a repetir todo el proceso descrito para las corridas de mayo. Nuevamente se contratan toreros procedentes de Sevilla, vía San Fernando, además de otro, de apellido o apodo “Cazalla” a quien se le paga el desplazamiento desde Ubrique a Alcalá.

      Los animales de la corrida del día 1 son de Francisco Córdoba, siendo el único toro de muerte, que pesó 256 k., de Diego Gutiérrez. Los del día 2 son de José Correro, incluidos los dos de muerte, que pesaron 132 y 135 k. Los del último día, pertenecen a la Viuda de García, mientras que los dos de muerte son de Paquito Gallego, pesando 107 y 115 kilos respectivamente.

      En una de las corridas, uno de los toreros es cogido por uno de los toros: “5,35 (ptas.) Medicina para la erida en un pie de un torero”.

      Como dato anecdótico, apuntar que junto a una de las corridas, posiblemente el último día, se organiza una comida para los pobres, según el gasto de “limosna a los pobres, arroz, patatas y avios”


      Varios días más tarde, el 16 de septiembre, tiene lugar una nueva becerrada en la plaza de toros, de la que sólo nos consta que los animales pertenecen a Dolores Gutiérrez Fernández y no se mata ningún animal.

      Para cerrar el “año taurino” organizado por la Hermandad de la Virgen de los Santos, se celebran dos nuevas corridas los días 29 y 30 de septiembre. En estas corridas participarán “Cazalla” y otro torero, venidos desde Villamartín, mientras que desde Sevilla se trasladan “Cerragilla” y otro. Además de éstos, actúa nuestro paisano “Cerrajerito”, a quien se gratifica con 50 ptas “a Crespo por torear toda la temporada”

      Los toros del día 29 son de Pedro Sánchez Reviriego y Pedro A. Vargas Machuca y los del 30 de Cristóbal Sánchez. Se da la circunstancia de que los en ambas corridas se mata un toro cada día, que son traídos de la Sierra, concretamente de la Sauceda: “En esta corrida se gastó en cabestreros 65 ptas porque no encontrándose toros de muerte fueron por ellos a la Sauceda donde se compraron muy caros y se hecho en poderlo sacar de la (¿?) ir por ellos y traerlos seis días, ademas traer y llevar a su sitio los toros de capea”


       Termina así la que podríamos llamar “época dorada” de la tauromaquia alcalaína, según el número de eventos que tuvo lugar en apenas un año, aunque el impulso dado a la fiesta no decaería puesto que al año siguiente, 1918, se organizan una serie de festejos en el verano, de los que tan solo conocemos el que tiene lugar el 15 de agosto, gracias a la crónica inserta en el periódico local “El Castillo de Alcalá(24) por Domingo Galán:


COLETAS Y PITONES 

       Una bueyada. Ayer inauguramos la serie de festejos cornamentales, con una solemnísima bueyada, que no tuvo nada que envidiar, a la última capea del último villorrio de España.

      El cartel anunciaba cuatro novillos de capea y dos de muerte, siendo encargado de pasaportarlos el gaditano José Morales <<Pipa>>, actuando de sobresaliente de espada el valiente paisano José Crespo <<Cerrajerito>>.

      El primer novillo grande y bien armado cumplió; el tercero bravo y noble se prestaba a todo; ¡un becerro de mazapán para correrle la mano armar un alboroto! ¡allí había genero! (como dicen los paisanos del inconmensurable calvo) que no fue aprovechado por el desorden que había en aquel momento en el redondel; el quinto, completamente inútil de un remo, no debió lidiarse y su presencia en el ruedo originó una grita enorme; los restantes fueron grandes, bastos, cornalones y de malas ideas; todas las variedades del morucho de capea pueblerina, tuvieron lucida representación en estos pajarracos.

      El espada Pipa estuvo valiente toda la tarde y salió del paso sin afligirse. Despachó al primero de muerte de una estocada baja.

      En el último que estaba para dar un disgusto, fue volteado sin consecuencias al dar el primer pase y acabó con el marrajo como pudo, sin hacer caso del banderillero Vara que le aconsejaba se fuera a la enfermería, para que cargara con el regalito el sobresaliente.

    Cerrajerito, muy valiente como de costumbre. Tranquilo, sin las nerviosidades de otras veces, librándose con vista y habilidad de las tarascadas de los bueyes. Fue muy aplaudido.


José Crespo "Cerrajerito"

      Los banderilleros, Pancho y Paula, valientes y trabajadores, en cambio Varita, un banderillero tan viejo como los trajes de luces que alquila, derrochó un pánico enorme.

       La entrada no pasó de regular.

         Días más tarde, se llevará a cabo otro espectáculo, concretamente el 4 de septiembre, tal como recoge el mismo periódico local y en la que seguramente participan los novilleros que se hallan esos días en nuestro pueblo: 

    “A beneficio de los pobres. El dia de gracia, o sea el 4 del mes próximo venidero, y por iniciativa de D. Antonio Serrano de la Jara y D. Jerónimo Nieto Carrillo, se celebra en esta ciudad una corrida a beneficio de los pobres.
     En el próximo número (D. m.) daremos a conocer el atrayente programa.

     Novilleros conocidos: Se encuentran en esta ciudad los valientes y aplaudidos novilleros Miguel Ríos <<Cerrajilla>> y Emilio Martínez <<Barberillo Chico>>, ventajosamente conocidos por nuestro público y a quienes, posiblemente, veremos trabajar en nuestra plaza, si como todos deseamos, llegan a un acuerdo con la empresa.”

NOTAS

(24) Crónica recogida en la página 2 del nº 18 del Año II de “El Castillo de Alcalá” edición del 31 de Agosto de 1918.

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