viernes, 15 de mayo de 2015

Sainz de Andino al descubierto (y V)





     En octubre de 1855 prácticamente da por finalizada su carrera cuando enferma de cólera morbo, siendo jubilado por Real Decreto de la reina el 30 de noviembre: “Atendiendo a los meritos, circunstancias y quebrantada salud de don Pedro Sainz de Andino, Consejero Real Ordinario cesante, vengo en concederle la jubilación…” [51] A mediados de julio del año siguiente, 1856, lo encontramos nuevamente tomando las aguas de los Baños de la Puda, en Esparraguera (Barcelona) desde donde escribe al duque de Riansares, que se había visto obligado a exiliarse en Francia con su esposa, la reina María Cristiana por diversos escándalos familiares y empresariales, aprovechando para volver a mostrarles su lealtad: “si yo puedo de algun modo concurrir a la fácil cuanto gloriosa vindicación de los ultrajes hechos al augusto nombre de S. M. y al intachable decoro de V. me ha tenido y me tiene siempre a su disposición en Madrid, en Paris y en donde quiera que pueda serle útil.” Para acabar con una sentencia lacónica: “los últimos acontecimientos son motivo para hallarse cada cual en su casa.” [52] Abandona estos baños el día 23 de julio, siendo sorprendido por un “batallón de foragidos” cerca de Martorell que lo tienen secuestrado durante 3 horas, para llegar finalmente a Tarragona. [53]



       A pesar de su estado de salud, Andino mantiene cierta actividad empresarial, pues el 4 de junio de 1857, constituye una sociedad con Antonio y Fermín Pérez Ordóñez para explotar un molino y una fábrica de Harinas en la localidad de Rio Frio de Loja en Granada. [54]



       Pocos días después fallece su esposa en Jerez: “Ha fallecido el dia 23, en Jerez de la Frontera, la Exma. Señora doña Ana Villanueva, mujer que fue del Exmo. Señor don Pedro Sainz de Andino, senador del reino.” [55]

       Parece ser el alcalaíno tuvo cierto desapego familiar, puesto que él vivía en Madrid con su ahijada y su ama de llaves mientras que su esposa vivía en Jerez, al igual que su hija Joaquina. Es más, pocos días después de fallecer su esposa, escribe una carta al duque de Riansares donde no menciona ni una sola palabra al respecto y se preocupa sin embargo por su situación laboral: “sigo en el mas completo retraimiento, dedicado unicamente a mis trabajos literarios, mediante a que el Sr Duque de Valencia no quiso darme cabida en el restablecimiento del Consejo” tal como hizo con otros antiguos miembros. Termina con una sentencia que muestra un carácter orgulloso: “Arrieros somos y el camino andamos.” [56]

         Tan sólo en otra carta posterior, con fecha de 22 de julio de 1858, hace una leve y fría referencia a su esposa: “El otoño pasado creí tener esa satisfaccon (besar la mano de la reina) y me lo impidió la liquidación de una testamentaria de familia” [57]

        En julio de 1859 se desplaza hasta los baños de Panticosa, en Huesca, desde donde parte hacia Italia para ver al duque de Riansares, pero al llegar a Bayona recibe la noticia de que su sobrina, que se hallaba tomando los baños de mar en Barcelona, había sufrido una caída del carruaje que “le había causado una herida grave en la pierna” saliendo inmediatamente para Cataluña. [58] En noviembre de este mismo año, una finca que Andino posee Somaen, Soria, se ve afectada por un expediente de expropiación para la construcción de la vía férrea que unirá Madrid con Zaragoza. [59]



        Dos años y medio más tarde, el 27 de enero de 1863, el jurista firma un pagaré en que se obliga a satisfacer a Concepción de Frías, su ama de llaves, 36000 reales que le había prestado con el interés del 6 % anual, pagaré que será renovado justo un año después. [60]

misa difuntos

       Finalmente, Pedro Sainz de Andino fallece en Madrid el 24 de abril de 1863, siendo enterrado el día 26, tal como recogen varios periódicos de la época: “Anteayer fueron conducidos a la ultima morada los restos mortales del escelentisimo e ilustrísimo señor D. Pedro Sainz de Andino, gran cruz de Isabel la Católica, caballero de la real y distinguida órden de Carlos III, académico de la Historia individuo de la estinguida cámara de Castilla, fiscal mas antiguo del supremo consejo de Hacienda, consejero real jubilado, director general de archivos y senador del reino, que falleció en la noche del 24. El Sr. Sainz de Andino deja imperecederos recuerdos en la magistratura, y entre otros títulos cuenta el haber sido autor del Código de Comercio vigente” [61]

 
       El jurista había otorgado su testamento en Valencia el 6 de agosto de 1856 en Valencia, dejando por única heredera de las cuatro quintas partes de sus bienes a su hija Joaquina. Tuvo otra hija, llamada Rafaela que había fallecido. El testamento parece refrendar ese desapego familiar pues contrasta la frialdad con que se refiere a su esposa: “declaro hallarme casado con la señora doña Ana Villanueva” con la efusividad con que habla de su ahijada: “Por el entrañable cariño que profeso a mi muy amada ahijada Teresa Novella y destamberrat… le lego y mando la cantidad de cien mil reales vellón en efectivo metálico”. Asimismo su ahijada recibe la biblioteca de Andino: “lego asimismo a la referida doña Teresa Novella toda mi librería, si se casare con profesor de jurisprudencia, abogado o empleado en la administración publica, y en su defecto lego dicha librería a la Real Universidad Literaria de Sevilla”. Posteriormente, en 1865, Teresa Novella donará la biblioteca a la universidad hispalense: “Habiendo donado a esa Escuela doña Teresa Novella la librería que perteneció á don Pedro Sainz de Andino, y que esto le dejó por legado condicional compuesta de 2,186 volúmenes, la Reina (Q. D. G.), conformándose con lo propuesto por V. S., se ha dignado mandar se den las gracias á la donante por su apreciable y útil regalo y que se haga público por medio de la Gaceta de Madrid su generoso desprendimiento. [62] Esta biblioteca de Sainz de Andino estaba considerada como la tercera de España de su época por su número de volúmenes. [63] Ciertamente Teresa hace esta donación porque en 1865 se halla casada con Enrique Castrillón, que no debía ejercer ninguna de las profesiones que menciona Andino en su testamento. [64]

      El aprecio de Andino por su ahijada es tal, que el 17 de septiembre de 1852 otorga una escritura en Madrid comprometiéndose “a dar en metalico a Dª Teresa Novella cuando se casase 60000 rs vn en clase de dote”, desvelando además que el deseo del alcalaíno era que ésta casase con su sobrino: “obligándose a aumentar dhos 60000 rs con otros 40000 si la Dª Teresa se casaba con su sobrino D. Eduardo Abela Sainz de Andino” [65] En cambio, Andino tan solo deja a sus sobrinos carnales la cantidad de 4000 reales para cada uno. También se acuerda de su ama de llaves en su testamento, a la que lega todo el ajuar de su casa, incluidos muebles, ropas y alhajas. Posteriormente, en su testamentaría, consta junto al ajuar de la casa que Andino poseía una yegua y una berlina. [66]



       La hija de Sainz de Andino, tan solo sobrevive un año a su padre, pues existe un auto de testamentaria de la misma en Jerez, fechado el 12 de mayo de 1864, donde se menciona a su esposo, Manuel María Cevallos y Rubio, de estado viudo , de edad cuarenta y ocho años. [67]

       En 1866 aún no se había ejecutado la totalidad del testamento de Sainz de Andino, ya que al morir su hija abintestato, es decir, sin hacer testamento, todos los herederos entran en disputa para repartirse los bienes. Finalmente, acuerdan sacar en pública subasta un molino que Andino había comprado en Daimiel, en el Puente del Navarro, dentro de la dehesa Zacatena a los herederos de González Gasco, y cuyo comprador, como mejor postor, fue Florentín Novella, esposo de una de las sobrinas del jurista, precisamente cuestionado por el resto de los herederos por dilatar el proceso del reparto de bienes: “las cavilaciones y las prevenciones de Novella, deseando de continuo practicar lo que pueda favorecerle aunque perjudique a los demas y mirando con disgusto cualquier cosa que sea beneficiosos a otro coheredero.” [68]

Carta de Eduardo Abela al abogado Cortina

       En definitiva, Pedro Sainz de Andino fue un fiel servidor del poder, un afecto al poder (josefino, liberal, absoluto, moderado), [69] un “personaje reservado, poco inclinado al cultivo de amistades o relaciones sociales (no parece haber frecuentado el trato social ni entre los círculos políticos ni entre los intelectuales, ni las tertulias, ni los salones, tan propios del modo de vida de la época, ni tan siquiera las reuniones de la Academia de la Historia, de la que fue miembro primero como académico de honor y luego de número). Por su forma de actuar parece más bien un sujeto ambicioso y hábil para moverse en los círculos de poder para obtener situaciones de ventaja.” [70]




NOTAS


[51] TOSCANO DE PUELLES, Fernando. Sainz de Andino, el Hacedor de leyes. 1987. Pág. 1239 

[52] Ib. ES.28079.AHN/4.1.7//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3548,LEG.12,EXP.42. Carta de 17 de julio de 1856 

[53] Ib. ES.28079.AHN/4.1.7//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3551,LEG.15,EXP.19. Carta de 14 de julio de 1857 

[54] ARCHIVO CORTINA. Autos de Manuel María Cevallos y Rubio, esposo de Joaquina Sainz de Andino. Madrid 1866 

[55] Edición del periódico LA ESPAÑA de 28 de junio de 1857, nº 2.516, página 2 

[56] AHN. ES.28079.AHN/4.1.7//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3551,LEG.15,EXP.19. Carta de 14 de julio de 1857 

[57] Ib. ES.28079.AHN/4.2.48//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3553,LEG.17,Exp.42 

[58] Ib. ES.28079.AHN/4.2.48//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3557,LEG.21,Exp.57. Carta de 25 de mayo de 1860 

[59] BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE SORIA - Nº 54 p 3. Edición del 5 de mayo de 1860 

[60] ARCHIVO CORTINA. Autos de Manuel María Cevallos y Rubio, esposo de Joaquina Sainz de Andino. Madrid 1866 

[61] Edición del 28 de abril de 1863 de LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA. Año XVI Número 1758 pág. 2 

[62] Edición del domingo 18 de junio de 1865 de LA IBERIA. Año XIII nº 3382 pág. 2 

[63] GÓMEZ ZARZUELA, Manuel; Guía de Sevilla… para 1865, Sevilla, La Andalucía, 1865, p. 202. Datos recogidos por PETIT CALVO, Carlos. El legislador y la biblioteca. Los fondos de Andino en la Universidad de Sevilla. Glossae: European Journal of Legal History, ISSN 0214-669X, Nº 10, 2013 

[64] ARCHIVO CORTINA. Autos de Manuel María Cevallos y Rubio, esposo de Joaquina Sainz de Andino. Madrid 1866 

[65] Ib. 

[66] Ib. 

[67] Ib. 

[68] Ib. Carta de Eduardo Abela a Manuel Cortina. Jaén 5 de diciembre de 1865 

[69] PETIT CALVO, Carlos. El legislador y la biblioteca. Los fondos de Andino en la Universidad de Sevilla. Glossae: European Journal of Legal History, ISSN 0214-669X, Nº 10, 2013 

[70] GONZÁLEZ LONOR María del Carmen; El pensamiento de los primeros administrativistas españoles y su plasmación en la estructura de la administración del estado; MEMORIA PRESENTADA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR. Madrid 2004, pág. 73. Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid

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