viernes, 12 de junio de 2015

Difteria en Alcalá



Ismael Almagro Montes de Oca



        En los últimos días ha saltado la noticia en todos los medios de comunicación nacionales de un caso de infectado por la difteria, enfermedad erradicada en nuestro país hace varias décadas. Esta enfermedad afectaba a todas las edades, pero de forma especial atacaba a la infancia. Sus síntomas son la aparición de falsas membranas (pseudomembranas) firmemente adheridas, de exudado fibrinoso, de color gris, que se forman principalmente en las superficies mucosas de las vías respiratorias y digestivas superiores, pudiendo producir obstrucción respiratoria, ocasionando incluso la muerte por asfixia, parecido al método de ejecución de reos conocido como «garrote vil», de ahí que también se la conociera como “Garrotillo” Usualmente afecta las amígdalas, garganta, nariz, miocardio, fibras nerviosas o piel. Se transmite de persona a persona por medio del contacto directo de las secreciones emitidas por los estornudos, tos, piel u ojos. La difteria también se puede diseminar por objetos o alimentos contaminados. Los síntomas generalmente se presentan de 2 a 5 días después del contacto: secreción nasal acuosa y sanguinolenta. Problemas respiratorios: dolor de garganta, ronquera, dificultad respiratoria, respiración rápida, coloración azulada de la piel, paro respiratorio. Tos similar a la de crup (perruna). Babeo (indica una obstrucción inminente de las vías respiratorias). Fiebre.[1]

       La difteria ocasionaba, por asfixia, el fallecimiento de la cuarta parte de los nacidos, provocando 80.879 muertes entre 1879 y 1885.

El Lazarillo de Tormes de Francisco de Goya (c. 1808-1812)
también conocida como El Garrotillo,
reproduce una escena en la que el médico retira de la garganta
de un niño las membranas de la difteria laríngea.

     No sería hasta 1888 cuando Roux y Yersin descubrieran la toxina que provocaba la enfermedad, precisamente el mismo año en que Alcalá, (a falta de hacer un estudio más exhaustivo) se vio más afectada por esta epidemia, tal como recogen numerosos periódicos de la época.

      La enfermedad penetra en nuestro pueblo a finales del mes de septiembre de dicho año, haciéndose eco el gaditano periódico “La Palma” el día 26:

Enfermedad.- En Alcalá de los Gazules se han presentado algunos casos de difteria.

      El señor gobernador civil ha ordenado se reuna inmediatamente aquella junta local de Sanidad y adopte las medidas conducentes para evitar la propagación de la enfermedad” [2]

       Pasados cuatro días, el mismo periódico informa de que son tres los niños afectados, habiendo fallecido uno de ellos a causa de esta enfermedad:

     “La difteria.- De los tres párvulos atacados de difteria en Alcalá de los Gazules, ha muerto uno; los otros dos se encuentran mejorados.

      El alcalde D. Antonio Sanchez y la junta local de Sanidad, toman medidas para evitar la propagación del mal” [3]

      En el mes de octubre se dan algunos casos más, tal como recoge “La Palma” los días 12 y 17, aunque afortunadamente no se habla de fallecidos:

      “Enfermedades.- En Alcalá de los Gazules se dio el 12 del corriente mes, un nuevo caso de difteria.” [4]

       En el mes siguiente, se producen tres nuevos casos en una misma familia, durante la primera quincena:

      “La difteria.- En Alcalá de los Gazules se han dado tres nuevos casos de difteria, en individuos de una misma familia y que estaban en el campo.” [5]

       Pero no acaban aquí las infecciones, pues a los tres enfermos mencionados anteriormente, se añaden cuatro nuevos casos, afectados el día 18:

     “Difteria.- Siguen dándose algunos casos en esta población.
      
      En Alcalá de los Gazules, el 18 del corriente hubo cuatro atacados.” [6]

       A partir de aquí, la enfermedad parece dar un respiro a los alcalaínos, pues hasta el 13 de abril del año siguiente no se vuelve a informar en la prensa de nuevos casos de difteria, que parecer rebrotar con fuerza, ya que se producen nuevas defunciones [7] afectando además no sólo a los niños, como hasta ese momento, sino también a personas mayores:

     
        “La difteria.- Los partes diarios que se reciben de Alcalá de los Gazules, sobre la difteria, acusan un terrible crecimiento, pues no son ya las víctimas niños de corta edad, sino también jóvenes de dieciséis y más años.

       A la autoridad gubernativa compete excitar el celo del Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules, ó enviar, si necesario fuere, un delegado facultativo que dicte medidas eficaces para la rápida extinción de la difteria, hace muchos meses estacionada en aquel pueblo” [8]



       Acaso se tomarían aquí medidas muy parecidas a las de otros lugares para intentar contener la enfermedad, principalmente la de encalar todas las viviendas y prohibir las aglomeraciones de gentes. Sirva como ejemplo este edicto publicado en Cádiz el 1 de mayo:

      “Salud pública.- De la Alcaldia hemos recibido el siguiente edicto:

Como medida conveniente a la conservación de la salud publica y recordando las disposiciones de años anteriores, he dispuesto lo que sigue:

1º Dentro del plazo de quince días, a contar desde la publicación del presente, todos los Administradores de las casas de vecindad dispondrán sean encaladas interior y exteriormente.

2º Los dueños o Administradores que pasado ese tiempo, no hubieran cumplido con lo que previene esta disposición, quedarán sujetos al pago del encalado que se hará de oficio, por cuenta de quien corresponda.

3º No se permitirá la aglomeración de personas en las habitaciones de dichas casas de vecindad, a no ser que tengan la ventilación necesaria por medio de ventanas o lumbreras.

4º Se practicarán visitas domiciliarias por los Sres. Tenientes de Alcalde y Alcaldes de Barrio por delegación de aquellos, para corregir cualquier falta o abuso que se notare en dichas fincas, tanto en lo relativo a lo que se deja prescripto, como al aseo necesario para la conservación de la higiene”.[9]

    Lejos de amainar, la enfermedad continúa haciendo estragos los meses siguientes en Alcalá, estando documentada la muerte de un bebé en el mes de mayo: 

       “Difteria.- En Alcalá de los Gazulez ha muerto una niña de nueve meses que estaba atacada de difteria” [10]

       Como la enfermedad no remitía, desde la Junta provincial de Sanidad se exigía mayor celo a los médicos titulares de Alcalá para frenarla, llegándose incluso a pedir la intervención del Gobernador a primeros de octubre, ante las dimensiones que la epidemia había adquirido en nuestro Pueblo:

       “Difteria.- Diversas veces –dice la Crónica – hemos llamado la atención del Sr. Gobernador, como jefe de la Junta provincial de Sanidad, sobre el desarrollo adquirido por la difteria en Alcalá de los Gazules.

      Las defunciones ocasionadas por la dicha enfermedad continúan en el expresado pueblo, sin que se haya tomado medida alguna, al menos que nosotros sepamos, para atajarla” [11]

       Pocos días después, seguramente por la falta de trabajo debido a la crisis obrera que azotaba Alcalá desde junio y quizás en parte también huyendo de los efectos de esta terrible enfermedad, un grupo de alcalaínos abandonaba su tierra rumbo a Argentina.

       Todavía seguirán produciéndose nuevos casos los meses siguientes [12] recogiéndose la última noticia encontrada sobre esta enfermedad, dos años más tarde, concretamente el 27 de octubre de 1891: 

      “La difteria.- Se ha presentado esta enfermedad en Alcalá de los gazules, estando atacados de ella dos niños de corta edad.

      El Municipio, según lo participa al Gobierno, ha adoptado las convenientes disposiciones para evitar la propagación de dicha enfermedad.” [13]


NOTAS

[1] DE LA FIGUERA VON WICHMANN Enrique; LAS ENFERMEDADES MÁS FRECUENTES A PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX Y SUS TRATAMIENTOS 

[2] La Palma. Diario de avisos, mercantil, industrial, agrícola y literario. Número 27485 pág. 2. Edición del 26 de septiembre de 1888 

[3] Ib. Número 27489 pág. 2. Edición del 30 de septiembre de 1888 

[4] Ib. Número 27551 pág. 3 Edición del 17 de octubre de 1888 

[5] Ib. Número 27580 pág. 2 Edición del 15 de noviembre de 1888 

[6] Ib. Número 27588 pág. 2 Edición del 23 de noviembre de 1888. 

[7] Ib. Número 27727 pág. 2 Edición del 13 de abril de 1889 

[8] Ib. Número 27733 pág. 1. Edición del 20 de abril de 1889 

[9] Ib. Número 27745 pág. 2 y 3. Edición del 2 de mayo de 1889. 

[10] Ib. Número 27752 pág. 3. Edición del 9 de mayo de 1889 

[11] Ib. Número 27843 pág. 3. Edición del 4 de octubre de 1889 

[12] Ib. Número 27883 pág. 3. Edición del 15 de noviembre de 1889 

[13] Ib. Número 37290 pág. 3. Edición del 27 de octubre de 1891 

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