viernes, 25 de septiembre de 2015

Memoria de Puelles y Espinosa sobre el estado antipalúdico de Alcalá de los Gazules (II)




Análisis de la memoria antipalúdica

       El documento describe a la población de Alcalá de los Gazules como agricultores y ganaderos “la generalidad de sus habitantes son ganaderos, jornaleros...” (29) analizando de forma muy superficial el problema de las graves desigualdades sociales producidas por la posesión de la tierra y su explotación. Se detiene a poner de manifiesto el impacto negativo que tuvieron las roturaciones intensivas de las tierras comunales desamortizadas en 1855, concedida a censo enfitéutico “con obligación de sembrarla... era preciso seguir labrándolas, aunque cada año fuesen mayores los daños para la tierra, y menores los rendimientos”(30) La falta de interés por mejorar los cultivos queda patente en el documento ante la falta de aprovechamiento de los productos fertilizantes naturales, tal y como dice la memoria: “los estiércoles no se aprovechan más que como abono, en algún que otro huerto, constituyendo extensos muladares en las afueras de la población, que el Municipio se cuida de quemarlos en las proximidades del estío”(31)

       La privatización de las tierras comunales mermó no sólo los recursos municipales obtenidos mediante el arrendamiento de éstas, sino también los de la población rural que subsistía gracias al aprovechamiento de los montes de propios. (32) Como ejemplo de la situación del campesinado tenemos la situación en la que se encontraban los jornaleros de Alcalá de los Gazules en 1879, que solicitaron el socorro municipal por “efecto del mal tiempo no encontraban trabajo, llegando a tal extremo de falta de recursos, que algunos de ellos, decían que pasaban hasta días enteros lo mismo que a su familia sin tener con que alimentarse”. (30) Así mismo, Manuel Sandoval Moreno deja testimonio, en un artículo titulado “El problema obrero” de los causantes de las penurias de las clases más desfavorecidas de la población, con motivo de una huelga ante la carestía de la vida y el paro: “Todo eso lo hemos repetido hasta el cansancio sin darnos cuenta de que, mientras los alcaldes tengan por consejeros a los incansables conspiradores contra la tranquilidad pública, de la cual ellos viven y medran, Alcalá de los Gazules, como cualquier otro pueblo dominado por el caciquismo, solo vivirá la vida misérrima de la más triste esclavitud”(34)

Texto íntegro del artículo del periódico "El Castillo de Alcalá"

       Otro elemento que analiza el documento es las deficientes condiciones higiénicas de la población, así como la situación de hacinamiento derivada de la distribución urbana. “La higiene en esta población no es la mejor todavía que con un vecindario algo crecido, carece de alcantarillado en la mayoría de sus calles; estas son angostas y tortuosas; las plazas pocas y pequeñas; las casas bajas; chicas y las más sin patio, con gran parte de sus habitaciones bajo tierra y hacinados vecinos y animales...” (35) Hay que tener en cuenta la situación de aislamiento de la población y la carencia de infraestructuras básicas, como indica la memoria la carencia de alcantarillado, la electricidad no llegaría al pueblo hasta 1908 (36) y la carretera de conexión con Los Barrios-Algeciras no se construiría hasta 1917-1920. (37) La falta de un laboratorio municipal también es denunciada por los médicos de la población “No se dispone de laboratorio y aparatos para hacer el estudio químico y bacteriológico de las aguas”(38) Años más tarde, en 1918 será el Dr. Urtubey, director del Laboratorio Municipal de Cádiz quien denuncie en el Diario de Cádiz la falta de medios para realizar los análisis bacteriológicos de las aguas potables. (39)

carece de alcantarillado en la mayoría de sus calles; estas son angostas y tortuosas

      Sin embargo, pese a las malas condiciones higiénicas y situación del campesinado, los autores refieren en la memoria que, por su situación, la población era inmune al paludismo: “El pueblo goza de inmunidad a excepción de los edificios que en el Cerro de la Coracha que miran al Barbate. Favorece al pueblo tener su situación en una hondonada o valle entre el monte de la Coracha y el de Lario, y como este es mucho más alto que la ciudad por él, no tiene lagunas ni charcas, sopla el levante encontrándose el pueblo entre la dirección de este viento y el río, de ahí su inmunidad... Esta falta de aire, de luz y de higiene influyen bastante en la producción e incremento de las afecciones infecciosas y contagiosas principalmente tifoidea y difteria pero jamás el paludismo”. (40)

       En la memoria hacen una descripción hidrológica del término municipal, atribuyendo a las aguas estancadas ser los “focos más seguros y permanentes de la infección palúdica”, (41) pero no sólo atribuye la malaria a las aguas estancadas, sino que también lo asocia a la remoción de tierras. (42) Pese a que hasta la publicación del informe sobre paludismo en Extremadura de Antonio Mendoza en 1902 (43) no se aceptó la hipótesis de la transmisión de la enfermedad por vectores, vemos como la memoria plantea la relación causal del “mosquito inoculador, que según algunos higienistas modernos, es un tenaz propagandista”. (44)

       En un estudio reciente que analiza la mortalidad ocurrida en Alcalá de los Gazules entre los años 1916 a 1921 (45) se han localizado un total de 23 defunciones atribuidas al paludismo, la mayoría en el período estival. La memoria indica que “las estaciones o épocas del año más adecuadas son el verano y los primeros meses de otoño”. (46) La concentración de las defunciones en el período estival coincide con el ciclo de vida de los vectores así como con el período de mayor actividad agrícola, ya que durante la siega “se aumenta la población con más de 300 segadores”. (47) Todos estos factores unidos permiten entender la razón por la cual los autores de la memoria consideran al paludismo como la primera causa aguda de enfermedad en la población.

       La mayor proporción de hombres muertos por esta causa puede indicarnos que éstos contrajeron la enfermedad mientras trabajaban en el campo, en zonas próximas a riachuelos y charcas, donde el mosquito Anopheles, vehículo de la malaria, hubiera proliferado. A este respecto se pronuncian los autores de la memoria diciendo que “se ven en las casas atacados del paludismo, aquellos que lo han contraído en el campo, y en cambio su familia y asistentes han quedado siempre inmunes” (48) que viene a ratificar nuestra hipótesis.

       Respecto a las medidas llevadas a cabo contra el paludismo en la población, los autores afirman que las acciones han sido “la quema de los muladares a fines de primavera, las inspecciones domiciliarias para cumplir la prohibición de los cerdos y algún alcantarillado”. (49) Hemos corroborado en las actas de la Junta Municipal de Sanidad de Alcalá de los Gazules, que efectivamente se adoptaron medidas higiénicas, como son extremar “la vigilancia para el más exacto cumplimiento de las mismas, la limpieza de los muladares, prohibir la matanza de cerdos, examinar el cementerio, evitar que los animales queden insepultos en el campo para evitar en lo posible la propagación de cualquier enfermedad contagiosa”(50) siendo precisamente Manuel Espinosa, autor de la memoria, el secretario de la Junta Municipal de Sanidad y perteneciendo a la misma José María de Puelles.

      Entre las actuaciones a realizar los autores plantean la necesidad de canalizar el río Barbate, para evitar las inundaciones, construir canales de drenajes, realizar plantaciones de eucaliptos o pinos. Centran su interés en las acciones sobre el cerro de la Pagana, por ser este uno de los focos de paludismo más importante, así como en la realización de inspecciones más rigurosas de las viviendas situadas en zonas rurales y la regulación de la venta de la quina. (51)

Conclusiones

       En definitiva los esfuerzos por combatir el paludismo en el primer tercio del siglo XX dieron como resultado una disminución gradual de la mortalidad por esta causa, gracias a la puesta en marcha de iniciativas como creación de la Comisión para el Saneamiento de Comarcas Palúdicas y de los dispensarios antipalúdicos, subvencionados en parte por organismos internacionales como la Fundación Rockefeller y la Comisión de Paludismo de la Organización de Higiene de la Sociedad de Naciones, además de los esfuerzos de los médicos rurales. 

      

Notas bibliográficas

29. De Puelles, J.M.(1908). Op.Cit.: 420.

30. Idem, 416.

31. Idem, 420.

32. Abós, A.L. (2009). Desamortización de Mendizábal a Mádoz. Modernidad y Despojo. Zaragoza: Delsan, 191-214.

33. Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules. Legajo 410. Actas de la Junta de socorro de los jornaleros del 12 y 27 de enero de 1879.

34. El Castillo de Alcalá, 30 de junio de 1918. En: García, G. (1997). Lamento campesino. Un siglo crucial en la historia de Alcalá de los Gazules (1860-1960). Cádiz: Publicaciones del Sur, 69.

35. De Puelles, J.M. (1908). Op.Cit.:424-425.

36. Diario de Cádiz, 7 enero 1908.

37. Ramos, M. (1983). Historia de los pueblos de la provincia de Cádiz. Alcalá de los Gazules. Jerez de la Frontera: Diputación de Cádiz, 295-301.

38. De Puelles, J.M.(1908). Op.Cit.:412.

39. Diario de Cádiz. Miércoles 9 de octubre de 1918, 1.

40. De Puelles, J.M.(1908). Op.Cit.:421.

41. Idem, 411.

42. Idem, 419-420.

43. Huertas, F., Mendoza, A. (1902). Estudio acerca del paludismo y su profilaxis en la provincia de Cáceres. Madrid: Dirección General de Sanidad.

44. De Puelles, J.M. (1908). Op.Cit.:422.

45. Molanes, P. (2011). Mortalidad en Alcalá de los Gazules (1916-1921) [Trabajo Fin de Máster Inédito]. Cádiz: Facultad de Enfermería y Fisioterapia.

46. De Puelles, J.M. (1908). Op.Cit.:419.

47. Idem, 423.

48. Idem, 422.

49. Idem, 425.

50. Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules. Legajo 423. Actas de constitución de la Junta Municipal de Sanidad. Sesión 1 julio y 17 de agosto de 1899.

51. De Puelles, J.M.(1908). Op.Cit.:426-429.




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