sábado, 1 de octubre de 2016

Las sedes de la cofradía del Nazareno


Extracto del libro "La Cofradía del Nazareno: Cuatro siglos de Historia"


       La Cofradía del Nazreno no siempre estuvo radicada en la Iglesia de la Victoria puesto que  ésta se fundó en 1616 en el primitivo “Convento de la Consolación” que los frailes Mínimos de San Francisco de Paula tenían erigido en las que entonces eran afueras de la Villa y que hoy constituyen la populosa zona de San Antonio. Convento en el que, tras vender a nuestros cofrades, una capilla para que pudieran poner la imagen de su titular y enterrar a sus hermanos difuntos permanecerían hasta el día 24 de Agosto de 1682 fecha en la que, al igual que los frailes, se trasladarían al nuevo convento que éstos estaban construyendo en la Plaza de la Cruz y al que dieron en llamar, como a la inmensa mayoría de sus monasterios, con el nombre de la Virgen Titular de la Orden, “Nuestra Señora de la Victoria” del que derivaría su nombre popular de “Convento de la Victoria”.

      Con todo, desde entonces y hasta hoy, el Nazareno no siempre ha ocupado el lugar que le asignaron como propio en la Capilla del Sagrario, puesto que por ruina del edificio se ha visto obligado a abandonarlo en más de una ocasión, así nos consta que la primera vez que hubo de hacerlo fue a los doscientos dos años de ocuparlo y más concretamente en la tarde del 20 de Marzo de 1864 en que, ante el estado de ruina que presentaba la Iglesia de la Victoria, las Imágenes del Nazareno, la Virgen de los Dolores, San Juan y la Verónica, acompañados de todos sus útiles y enseres partieron en dirección a la Iglesia Parroquial, en la que se mantendrían durante casi el año que duraron las obras de reedificación del templo que suponemos fueron de sustitución de la techumbre y en las que, dicho sea de paso y según se consigna en nuestro segundo libro de actas la Cofradía contribuyó con 500 reales de vellón: “reedificación con la mayor prontitud a fin de evitar los perjuicios que con su caída violenta puedan ocasionarse a la misma Iglesia y vecinos colindantes a ella, pero que no habiéndose podido conseguir la cantidad necesaria al efecto tampoco se había podido dar principio a la indicada obra de reparación por cuya razón y con objeto a que esta Santa Hermandad por el interés que deve tener tener en la misma conservación de la indicada Iglesia mediante a ser la en que se halla constituida la misma y sus Sagradas imágenes, inteligenciada de dichas circunstancias, pueda por su parte proponer los medios que crean mas convenientes al logro de dicha reparación, había sido citada esta Junta Gral por disposición de la directiva para que determine lo que juzgue mas oportuno: En su vista impulsada esta Hermandad de los mas vivos deseos a favor del particular de que se ha hecho expresión anteriormente acordó: Se facilite por una vez al Sor Arcipreste que está presente de los fondos de esta Cofradía la cantidad de quinientos r. v. para ayudad de la antedicha obra de reparacion, unica que puede designar en atención a tener que acudir por separado a dichos gastos de adquisición y recomposicion de utiles de esta Cofradía, a la par que del Altar de nuestro Stmo Padre Jesús…” 

       Una vez concluidas dichas obras, el 22 de Febrero de 1865, las Imágenes, cumpliendo lo acordado por su Junta el día 12 del mismo mes, regresarían en procesión a la Victoria aunque dicha vuelta sería por poco tiempo por cuanto que, en 1884, apenas 19 años después, se verían obligados a abandonarla otra vez para celebrar sus cultos anuales en la Parroquia ante el mal estado de su sede canónica.

        Con todo, desconocemos el tiempo que duraría esta nueva marcha de la Victoria toda vez que cuatro años más tarde, 1888, hasta las reuniones de la Junta de Gobierno se celebraban en la Sacristía de la Parroquia y no en la de la Victoria como era lo habitual, lo que nos lleva a plantearnos otra interrogante máxime cuando en las actas, a diferencia de lo ocurrido en 1864, no consignan traslado alguno por lo que hemos de suponer que las imágenes se encontrarían en el templo mayor parroquial desde 1884 y que se mantendrían en él, al menos, hasta el 27 de Noviembre de 1891, momento en el que “por el hermano Don Baldomero Rodríguez Silva fue pronunciado un breve discurso aciendoles grandes cargos a los hermanos por su apatia y poca asistencia a los autos tan solemne y gratos que deven serle a todos los que de hermanos se aprecien.

      Por el Sor Presidente se contestó que haviendo oido al hermano y satisfecho de cuanto dice no puedo menos de aderirme a lo manifestado por referido hermano y que hacia tiempo vengo notando la frialdad de muchos de los cofrades..”

      De resultas de todo ello y aún cuando las actas no nos aclaran nada, por datos indirectos, pensamos que se produciría un nuevo traslado de la Cofradía, de vuelta de nuevo a la Alameda, pero en dirección a la primitiva “Ermita de la Veracruz” a la que entonces ya denominaban como “Iglesia de la Soledad” y que estaba llamada a convertirse en el templo que asumiese el papel hasta entonces desarrollado por la Victoria porque a diferencia de lo que había acontecido en 1864, cuando la ejecución de las obras se realizó en un solo año, ahora, la Iglesia llevaba cerrada al menos 7 años y no había perspectivas de que las obras se pudiesen concluir, no olvidemos ello no tendría lugar hasta 20 años más tarde, pues la Victoria no se reabrió al público hasta principios de 1911 cuando ya se le había sustituido completamente la cubierta. 


       Aún más, existen otros datos que nos corroboran que la Cofradía estuvo en la Soledad como pueden ser el acta de la reunión del día 22 de Marzo de 1891 en la que se consigna la deliberación sobre: “Si el Juvileo de pascua se a de celebrar en la Iglesia de la Soledad o en la Parroquia, por unanimidad se acordó se hiciera en esta última por ser la Iglesia mas espaciosa y encontrarse Nuestra Señora de los Santos en la mencionada Parroquia”. O el mismo itinerario que fijan para la procesión del Nazareno en 1892 y que fue el siguiente: calle de la Salada, callejón del Contrabandista (Veredilla), Barrio de San Sebastián, Sagasta (Los Pozos), Plaza de Veracruz, Real, Plaza de Blaza (Plazuela), Villa Abajo (Ildefonso Romero), Puerta de la Villa, Plaza Collado y Plaza Alta, de modo que, si la Iglesia de la Victoria estaba en ruinas, las imágenes tenían que estar necesariamente en la Soledad. Aún más, por las mismas actas, conocemos que desde 1898, y hasta el 11 de Marzo de 1911 en que vuelven a realizarla en la Victoria, todas las reuniones de la Junta de Gobierno de la Cofradía se celebraron en la Iglesia de la Soledad, aspecto este sobre el que quisiéramos añadir un dato curioso derivado de un acuerdo adoptado en una de esas reuniones de la Soledad en 1909 por el que, no sabemos si añorando su sede o anhelando volver pronto a ella, decidieron casi dos años antes de que concluyeran las obras, que el día de la inauguración de la Victoria concurriese procesionalmente toda la Cofradía con sus insignias e imágenes, aunque luego no nos consignasen en dichos documentos si efectivamente lo realizaron así o de otro modo. 

      Así pues tenemos que la Cofradía, desde su fundación ha tenido dos sedes: el Convento de la Consolación en San Antonio (1616-1682) y el nuevo Convento de los Mínimos en la Alameda o de “Nuestra Señora de la Victoria” en el que ha permanecido desde 1682 hasta hoy, aunque en propiedad en esta última sede deberíamos hablar de dos etapas. Una primera etapa que va desde 1682 hasta 1884 en que efectivamente el conjunto se llamaba así y la segunda que llega hasta nuestros días y que se iniciaba en 1911 con la reinauguración del templo cuando se le dio la nueva denominación de “Iglesia de San Francisco de Paula” por mucho que popularmente sigamos llamándole como “la Victoria”.

       Con todo, tampoco podemos olvidar  que la Cofradía ha tenido sedes temporales en la Parroquia (1864 y 1884-1891) y en la Soledad o Veracruz (1891-1911) y estancias circunstanciales en los dos conventos de monjas con que contaba la ciudad. Así por ejemplo nos consta que, durante el tiempo de estancia de la Cofradía en la Soledad y más concretamente entre el 30 de Abril de 1908 y los primeros días del mismo mes del año 1909, la Imagen del Nazareno estuvo en el Beaterio de Jesús, María y José mientras que en el año 1923 pasó una larga temporada en el “Convento de Santa Clara” para que las clarisas le confeccionasen una túnica que le había ofrecido Doña Francisca Puelles y ante la imposibilidad de que las monjas bajasen a la Victoria a tomarle las medidas nuestros cofrades optaron por llevarle la Bendita Imagen hasta el Convento en el que permanecería hasta la total confección del túnico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario